CIUDAD DE MÉXICO (Proceso). – Esteban Moctezuma, embajador de México en Estados Unidos, envió una carta al senador repulicano John Neely Kennedy, quien afirmó que “sin el pueblo de Estados Unidos, México estaría comiendo alimento para gatos”.
En un video publicado en su cuenta de Twitter, el representante diplomático calificó de “vulgares y racistas” las expresiones utilizadas por el legislador estadunidense durante la comparecencia de la jefa de la Administración de Control de Drogas (DEA), Anne Milgram.
“Por qué no llaman al presidente López Obrador y le hacen un trato que no podría rechazar para permitir que nuestros militares y oficiales de policía entren a México y trabajen con el ejército para detener a los cárteles”, dijo Kennedy en la sesión.
“Sin el pueblo de Estados Unidos, México, hablando figurativamente, estaría comiendo alimento para gatos de una lata y viviendo en una carpa en un traspatio”, añadió el republicano.
En su misiva, Esteban Moctezuma consideró que no es a través de ofensas y amenazas como se puede lograr una colaboración constructiva entre naciones aliadas como México y Estados Unidos.
La carta
Este es el texto de la carta que, según el embajador, se le entregó en plena mano al senador:
Durante la audiencia del subcomité del Senado celebrada el pasado 10 de mayo usted afirmó: ‘sin los americanos, México, figurativamente hablando, estaría comiendo de una lata de alimento para gato y viviendo bajo lonas en un traspatio’.
Al escucharlo, mi reacción inicial fue la de responderle en un tono igual de bajo, desinformado y arrogante como el que usted empleó, pero siempre es mejor utilizar el cerebro en vez de las entrañas, y recordé la vibrante relación que existe entre México y Estados Unidos.
Recordé a los 33 millones de turistas americanos que el año pasado visitaron México, deseosos de conocer más sobre nuestra cultura; a la deliciosa comida mexicana que consume la mayoría de los americanos en miles de restaurantes siempre llenos; a los 800 mil millones de dólares en comercio entre nuestros dos países.
Recordé que la mayoría de los estadunidenses son amigos de México y que dos millones de americanos, de hecho, viven en México.
Para sacarlo de su ignorancia, Luisiana vendió a México 40 mil millones de dólares el año pasado y le compró 15 mil millones de dólares, con una balanza superavitaria en favor de Luisiana por 25 mil millones de dólares, y los empleos en Luisiana generados por todo este comercio sostienen a setenta mil familias de ese gran estado.
No creo que la gente de Luisiana se sienta representada en las palabras vulgares y racistas que usted empleó. Usted está obligado a ofrecerle una disculpa a sus propios ciudadanos porque lo que usted afirmó no es digno de un estado como Luisiana, conocido precisamente por ser un crisol de culturas.
Por el nivel moral expresado en sus palabras, nosotros no esperamos reconsideración alguna de su parte. Sin embargo, hablando de las personas que sí viven bajo una lona en el traspatio, en Luisiana, usted les debe una disculpa también, ya que no viven así porque lo hayan deseado, sino por problemas sociales, económicos de salud que merecen ser considerados y a eso debería estarse dedicando un senador.
No obstante, en México nos quedamos con la imagen de una Luisiana admirada en el mundo, precisamente por su convivencia en la diversidad que solo se logra con generosidad, inclusión y corazón.
Cuando en México se conocieron sus insultos, la gente se preguntó: ‘¿cómo puede un Kennedy decir eso?’. Ya que la imagen del presidente John F. Kennedy es un faro que alumbra el camino de la libertad, la democracia y la inclusión. Refleja lo mejor de Estados Unidos y su ejemplo sigue educando a millones de personas en todo el mundo en valores universales. Pero no se tardó en conocer en México que John Neely Kennedy no es de la familia Kennedy de Massachusetts.
Señor senador: no es a través de ofensas y amenazas que se puede lograr una colaboración constructiva entre naciones aliadas como México y Estados Unidos. Le reitero nuestra disposición para dialogar de manera objetiva y respetuosa sobre el tráfico de drogas y de armas, entre otros retos, que nuestra naciones deben enfrentar en conjunto.
México está cooperando y está dispuesto a cooperar siempre con Estados Unidos, nuestro vecino, amigo y aliado, pero también siempre en un plano de dignidad, soberanía y veracidad.