En la oficina de Alejandro Moreno, Alito, en el desvencijado edificio sede del PRI en Insurgentes Norte, ayer, miércoles 26, hubo fiesta.
La Sala Superior resolvió a su favor, por 5 votos contra 2, en el juicio interpuesto por dirigentes y militantes en contra de la inconstitucional e ilegal reforma estatutaria que permitirá a Alito prolongar su periodo como presidente nacional del partido tricolor hasta finales de 2024.
El INE, aún bajo la presidencia de Lorenzo Córdova, declaró que el procedimiento seguido para esa reforma a los estatutos del PRI fue contrario a la Constitución, a la ley y a los propios estatutos, por lo que, sin entrar al fondo, la invalidó. Pese al intenso cabildeo y presión que personeros de la dirección del PRI ejercieron sobre los consejeros electorales, la votación quedó 6 a 5 por la invalidez; a un voto estuvieron de conseguir el aval de los consejeros electorales. Las baterías de los cabilderos se enfocaron entonces a los magistrados de la Sala Superior del TEPJF.
El acuerdo del INE fue impugnado por la dirección nacional del PRI, mientras que, en sentido opuesto, un grupo de sus legisladores y militantes decidieron acudir ante el TEPJF para combatir la pretensión del ex gobernador de Campeche de prolongar su periodo como presidente del tricolor.
El juicio fue turnado al magistrado José Luis Vargas quien presentó un proyecto de sentencia que no solo concede a Alito lo que pidió, sino que le da un regalo con premio. En resumen lo que Vargas propuso fue hacer de lado al INE para que los magistrados se arrogaran las facultades de los consejeros electorales. Es decir, que la Sala Superior suplanta al Consejo General del INE para resolver “en plenitud de jurisdicción” que de facto es plenitud de abuso, lo siguiente:
1. Acumular los juicios en ese asunto (expediente SUP-JE-2023 y acumulados);
2. Revocar la resolución del INE y validar la prolongación del periodo de Alejandro Moreno al frente del PRI;
3. Declarar la procedencia constitucional y legal de la reforma estatutaria que prolonga el mandato de Alejandro Moreno;
4. “Ordena” al Consejo General del INE emita una nueva “determinación”, en el mismo sentido de la sentencia. Es decir, que por mandato del TEPJF los consejeros electorales del Consejo General del INE deben votar como se les ordena, y
5. “Ordena” que la referida sentencia se publique en el Diario Oficial de la Federación.
El abuso en que han incurrido los 5 magistrados que votaron por esa sentencia tiene contados precedentes, que se dieron en contextos muy diferentes. Por ejemplo, hace años el TEPJF prácticamente le dictó al PVEM sus estatutos, ante la renuencia de los dueños de esa franquicia a cumplir con la renovación periódica de sus dirigentes. Una cosa es remediar un desacato y otra muy distinta validar un atropello.
La cereza en el pastel de regalo para Alito fue la maniobra realizada por el magistrado Vargas, que habiendo circulado un proyecto de sentencia menos agresivo contra el INE, pero que no satisfacía las exigencias del beneficiado, horas antes de la sesión decidió retirarlo y presentó el que aquí se comenta. La consecuencia de esa maniobra fue que los magistrados contaron con unas pocas horas para estudiar la nueva versión del proyecto de sentencia.
En la misma sesión del pasado miércoles, con cuatro votos contra tres, la Sala Superior también revocó una sentencia de la sala regional de la CDMX del TEPJF y otorgó registro local en el estado de Puebla al partido Fuerza por México, que dirige el senador suplente (Morena) Pedro Haces Barba, El autor del proyecto fue el magistrado Vargas. El escándalo es que en un caso exactamente igual, hace meses la misma Sala Superior había resuelto en sentido opuesto al que ayer se impuso, sin pudor ni recato.
Hace años, en un festejo de aniversario dije que en el TEPJF se han aprobado sentencias luminosas y otras vergonzosas. Las dos comentadas aquí se suman a la larga lista de las segundas.