CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Un video publicado originalmente en TikTok y retomado después en distintas redes sociales ha abierto un debate sobre los límites que los padres deben poner a los adolescentes, al mostrar una casa completamente destrozada por un menor de edad.
El video trata de cómo un muchacho de 12 años de edad, al que supuestamente su madre habría castigado quitándole el celular, destrozó su casa desde los cuartos hasta la sala, el comedor y los baños. Las imágenes muestran cómo rompió el escusado, pantallas y todo lo que encontró a su paso.
“Pongo en contexto el siguiente video: Una madre castiga a su hijo quitándole el celular y él se venga de ella, destruyendo todo lo que tienen en su casa. Lo dejo en mesa de debate”, escribió un usuario en un hilo de Twitter. El niño tenía 12 años.
En otro tuit le aclararon que su contexto estaba mal porque en realidad se trató de un adolescente de 15 años que sufre una enfermedad mental y no fue por un celular. “La misma madre lo aclara”, le dicen.
Sin embargo, pese a la explicación, el debate siguió en redes sociales y los argumentos giraron en torno a la adicción al celular, la nula tolerancia a la frustración y problemas de control de ira.
“¿Qué haría si fuera mi hijo? Sacarle cita para terapia, no devolverle el celular, decirle que debe pagar por los daños realizados, de tal manera que no habrá regalos, gustitos, premios, beneficios o privilegios hasta que cada cosa en casa sea restituida”, indicó una usuaria.
Añadió que le preocupaba que el niño que hizo esos daños atentara contra su vida o de la familia y lo creyó capaz, a lo que alguien le respondió que sí era buena la terapia, porque daba miedo decirle no al niño casi empezando a ser adolescente.
@tannishamckinson A 12 year old boy did this to his mother’s house because she punished him by taking his phone guys comment and tel me what u would do if it’s was your home
? original sound – Tannisha Mckinson
La usuaria respondió: “El ‘no’ se les dice a los 3 años, no en la adolescencia. Pero ese niño puede tener un problema psiquiátrico serio. La madre necesita ayuda más que juicios”.
Otros emitieron opiniones de que se trataba de una persona “disocial”, unos más se preocuparon de sí tenían mascotas y que quizá las hubiera dañado. Algunos dijeron alguna burla y otros consideraron que una nalgada o unos “cinturonazos” desde chiquito serían la solución.
