Salina Cruz, Oax.- “Que todo el mundo se entere para que ya no se suban a su taxi”, dice la mamá de Andrea, niña que fue abusada sexualmente por el taxista Rafael H.A., a quien el juzgado de garantías de Salina Cruz declaró culpable por abuso sexual y dictó 12 años de cárcel.
Elliot Escobar, abogado de la madre de Andrea, informó que esta sentencia se logró tras 4 años de desgaste físico, emocional y económico de la familia de la menor.
Afirma que es una sentencia histórica, ya que en Oaxaca “la impunidad y la corrupción es lo que impera en el ejercicio de exigir justicia para las mujeres, quienes cada vez más son víctimas de la violencia familiar, sexual y feminicida”.
Andrea fue abusada cuando tenía 4 años
De acuerdo con el litigante, Andrea fue abusada sexualmente por el taxista cuando tenía 4 años, y hoy a sus 8 años, con la ayuda de terapias y de su madre ha podido continuar con la vida y sus estudios.
Escobar indicó que durante estos cuatro años, la exigencia de justicia fue un calvario, mientras ellos presentaban pruebas que acreditaban que el taxista violó a la menor, los familiares de él lo negaron.
“Este señor Rafael negaba todo, nunca pudo comprobar con testigos lo que decía. Además de forma extraña comentaba que estaba enfermo y en todas las audiencias siempre mostró nerviosismo”, agregó el abogado.
El activista y defensor comunitario aseveró que a la procuración de justicia en Oaxaca le hace falta infraestructura, peritos y capacitación.
Piden revocar licencia del taxista
Exigió a la Secretaría de Movilidad del Gobierno de Oaxaca revocar la licencia, permisos y todo lo relacionado a su actividad como taxista, debido a que este “abusador es un peligro para las niñas y mujeres en Oaxaca”.
“Es necesario marcar un precedente, cuando los servidores públicos o prestadores de servicios violenten a las mujeres, se les debe exhibir y denunciar. En este caso se deben revocar sus permisos y licencia de taxista”.
Andrea y su madre temen por su vida
La madre de Andrea y ella no descartan pedir protección ante las instancias correspondientes, debido a que los familiares de su agresor se han encargado de criminalizarlas y amenazarlas, por lo que temen por su vida.
“Hacemos un llamado a las instancias de protección para que nos respalden, estos 4 años fueron de mucha angustia, estrés, violencias, principalmente económica y emocional. Ahora deseamos que esta persona pague lo que le hizo a mi hija”.