Pero ahora las cosas están detenidas. En el pasmo del recuerdo están sus 18 largometrajes y sus más obras teatrales. “Me quedé con las ganas de gritar”, dice tras una risa. Son sus ganas de ella misma que, como en el resto de los actores, los obliga a buscar nuevas formas de seguir en escena.
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No es nada fácil. Incluso como espectadora, dice todavía no agarrarle la onda al teatro en video: “Si esto se quedara así, quizá me dedicaría a otra cosa en la vida”.
El encierro, más que papeles, le ha dado tiempo para interpretarse a sí misma y reflexionar: “La gente ya no sabe guardarse un momento para sí misma, ahora que estamos rodeados de redes sociales”.
De larga ascendencia actoral (desciende de la familia Soler y es hija de Fernando Luján), la joven actriz tiene claras opiniones sobre el mundo, la humanidad, la falta de empatía y las diferencias sociales. Más que la enfermedad, le preocupa cómo ha reaccionado la sociedad ante ella: “El aislamiento eleva mucho las pasiones bajas. Pero son esos momentos donde empieza también a despertar la conciencia”.
Para inferir: “Hay que perderle el miedo a la muerte y a la vida. Hay que tener confianza. Pero eso no nos exime de tener respeto”.
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En este contexto hay un proyecto en el que participa: Inicio de sesión. Convocado por los productores Ana Carolina Mancilla y Reynolds Robledo, el objetivo es acercar al público al interesantísimo viaje tras bambalinas en la dramaturgia mexicana. Y, además, reunir fondos para La Casa del Actor “Mario Moreno”, que desde hace 72 años brinda apoyo anual a 70 artistas de la tercera edad.
Se cita, a través de la plataforma de Zoom, un dramaturgo, un director y dos actores para preparar una obra ante los ojos de los espectadores. En ésta, la sexta emisión, el elegido fue un texto de Luis Mario Moncada, donde se podrá presenciar la primera lectura del director Enrique Singer y los actores Alberto Guerra y, por supuesto, Ciangherotti. Para la actriz, este proyecto emociona porque lo que más disfruta en las obras es el proceso creativo.
“Es la primera vez que trabajo con ellos”, cuenta sobre esta innovación, que se llevará a cabo a las 20:30 horas el viernes 11 de septiembre. El acercamiento entre las personas y el mismo texto será toda una experiencia, una chance única de ser espectador metido en lo que no se ve en escena.
Habrá que aprovechar pues quedan tan sólo dos funciones, la última con dramaturgia de Conchi León, dirección de Lorena Maza y Enrique Singer, y con los actores Mauricio Ochmann y Adriana Llabrés el 18 de septiembre, a las 20:30 horas.
El precio es de 150 pesos, y se puede adquirir WalletPoint.