“Queremos contribuir a formar un Gobierno
estable y con capacidad de maniobra”
El pasado 2 de mayo los dirigentes del PRD, PAN y PRI en la Ciudad de México, Nora Arias, Andrés Atayde e Israel Betanzos acordaron ir en coalición electoral en los comicios del próximo año y, en caso de que obtengan el triunfo en la elección para la Jefatura de Gobierno, formar el primer Gobierno de Coalición en la capital de la República. De concretarse, esta podría ser la vía para rescatar a la Constitución Política de la Ciudad de México del impasse en el que la ha mantenido Claudia Sheinbaum desde diciembre de 2018.
La Constitución de la Ciudad de México fue de las primeras en el país en regular el Gobierno de Coalición. Desde el inicio de su administración, Claudia Sheinbaum pudo optar por conformar un Gobierno de Coalición para promover la gobernabilidad democrática en la Ciudad de México. El contar con mayoría en el Congreso y el contumaz desdén a la Constitución local que ha mostrado desde su campaña a la Jefatura de Gobierno podrían explicar el hecho de que haya decidido no optar por esta forma de gobierno.
A pesar de que en las elecciones de 2021 Morena y sus aliados perdieron el apoyo ciudadano en la mitad de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum no quiso modificar la orientación política de su administración -como lo exigieron las y los ciudadanos con su voto- ni formar un Gobierno de Coalición que garantizara el ejercicio efectivo de los derechos de sus habitantes y fortaleciera la participación de la sociedad en las acciones de gobierno, como lo disponen la Constitución y las leyes.
Desde el inicio de su administración la Jefa de Gobierno optó por posponer el cambio del régimen político de la Ciudad de México, que por mandato constitucional debió iniciar en 2018 y concretarse durante este Gobierno. Las y los capitalinos tenemos derecho a que antes de dejar la Jefatura de Gobierno, Claudia Sheinbaum explique de cara a la sociedad las razones por las que decidió, contraviniendo lo que dispone el texto constitucional, frenar el cambio político y aplazar la implementación de las garantías para el ejercicio de todos los derechos reconocidos en la Constitución de la Ciudad de México.
Todo indica que las elecciones de 2024 en la Ciudad de México producirán un gobierno dividido. Por eso, el compromiso de los dirigentes del PRD, PAN y PRI en la Ciudad de México, que debiera replicarse por todos los partidos, es un primer paso para hacer realidad el cambio del régimen político que acordó la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México en 2017 y que quedó plasmado en el texto de la Constitución local.
La conformación de un Gobierno de Coalición en la Ciudad de México es una demanda ciudadana que todas las fuerzas políticas debieran asumir. Conformar un Gobierno de Coalición a partir de 2024 sería la vía para lograr que quien ocupe la Jefatura de Gobierno a partir del 5 de octubre del próximo año cuente con el apoyo de una mayoría parlamentaria estable que le permita, por un lado, pasar de un modelo de concentración a uno de distribución del poder político y, por otro, garantizar la gobernabilidad democrática de la Ciudad de México y avanzar en la implementación del programa político contenido en la Constitución local y el cumplimiento de su programa de gobierno.
El acuerdo de las dirigencias del PRD, PAN y PRI en la Ciudad de México para ir por un Gobierno de Coalición en la capital de la República en 2024 es un primer paso muy importante para avanzar en la implementación del programa político contenido en la Constitución de la Ciudad de México y para mejorar el nivel de vida de sus habitantes y hacer efectivo el derecho a la vida digna establecido constitucionalmente en la capital de la República.
Lograr que el compromiso político de ir por un Gobierno de Coalición en la Ciudad de México en 2024 se materialice, requerirá de una agenda consistente para concretar la coalición electoral y alcanzar los acuerdos necesarios para convenir formalmente la conformación de un Gobierno de Coalición.
Si al registrar la coalición electoral los partidos que la conformen deciden que si triunfan en las elecciones para la Jefatura de Gobierno formarían un Gobierno de Coalición, podrían registrar ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México el convenio respectivo junto con el de la coalición electoral. Esto debería suceder a finales de noviembre de este año. De no registrar el Convenio de Gobierno de Coalición al conformar la coalición electoral, el compromiso dependería exclusivamente de que la candidata o el candidato a la Jefatura de Gobierno de la coalición electoral triunfadora decidiera libremente optar o no por hacerlo en cualquier momento de su gobierno.
Para garantizar que el triunfo de la alianza opositora, o incluso de la oficialista, significara que a partir de 2024 tendríamos en la Ciudad de México un Gobierno de Coalición estable, y con capacidad para implementar los contenidos de la Constitución local y el programa de gobierno de la coalición electoral, se requeriría no solo el acuerdo de los partidos y la candidata o el candidato triunfador y que este se materializara en el Convenio de Gobierno de Coalición que se registraría junto con el de la coalición electoral.
Para lograrlo se requeriría, además, el compromiso de los partidos que conformen la alianza electoral de formar una coalición parlamentaria, con el carácter de coalición legislativa de gobierno conformada por una mayoría estable en la próxima Legislatura del Congreso de la Ciudad de México, y de aprobar, a más tardar en septiembre de 2024, la ley reglamentaria del Gobierno de Coalición y las reformas legales necesarias para permitir el funcionamiento del Gobierno de Coalición; los acuerdos sobre la conformación del gabinete y de la jefatura del mismo; y el compromiso de los partidos para dejar abierta la posibilidad de que pasada la elección se pudieran incorporar al acuerdo del Gobierno de Coalición otras fuerzas políticas representadas en el poder legislativo.
Para que el Convenio de Gobierno de Coalición no sea fuente de controversia una vez pasada la elección, será importante que la definición de los criterios a partir de los que se distribuirían los espacios que corresponderían a cada fuerza política y a la sociedad civil en el Gobierno de Coalición sean claros y objetivos (porcentajes de votación en la elección para la Jefatura de Gobierno y/o al Congreso de la Ciudad de México y la agenda legislativa de cada fuerza política, por ejemplo) y no que se basen en simples acuerdos de repartición de cargos en el gobierno. Se requerirá, además, el firme compromiso de los partidos y de la candidata o el candidato de que los términos de los acuerdos sobre la conformación y funcionamiento del Gobierno de Coalición serán públicos desde el momento del registro del convenio ante la autoridad electoral.
Todo esto solo será posible si los partidos y las aspirantes a las candidaturas de las alianzas electorales a la Jefatura de Gobierno en 2024 se comprometen con la sociedad civil a que la opción por el Gobierno de Coalición no será solo un acuerdo para asegurar la alianza electoral, sino una vía para lograr el cambio del régimen político en la Ciudad de México y para rescatar a la Constitución local del impasse que le impuso Claudia Sheinbaum durante su administración.
* Angela Merkel fue diputada al Parlamento Federal de 1990 a 2021
y Canciller de la República Federal de Alemania de 2005 a 2021