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¿PRI y PAN contra la reelección de AMLO? Así ‘operaron’ Alito y Marko Cortés para aferrarse al cargo

Priistas y panistas se han volteado en contra de sus dirigentes nacionales, sin embargo nada parece perturbar sus liderazgos.

La oposición critica al presidente Andrés Manuel López Obrador por su reforma electoral y el Plan B, por el fantasma de la reelección y los supuestos preparativos para garantizar elecciones a modo; pero las propias dirigencias del PRI y el PAN, quienes encabezan la alianza Va por México, han dado el ejemplo de cómo, por medio de “albazos”, podrán mantenerse en los liderazgos nacionales. 

Albazo tricolor

Esta semana el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, fue condenado por sus correligionarios por encabezar una sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del tricolor para realizar una reforma a los estatutos que, entre otras cosas, dio luz verde para mantenerse en el cargo hasta 2024 y con ello tener mano en los procesos internos rumbo a las elecciones federales. 

El cambio estatutario se sustituyó la frase: “Determinar la prórroga del periodo estatutario de la dirigencia nacional, en los casos en que la renovación concurra con un proceso electoral o dentro de los tres meses previos a este”, por la frase “dentro de los noventa días hábiles previos a este”. 

Es decir, si “Alito” Moreno debía dejar la dirigencia el 18 de agosto de 2023, nada impedía el cambio de dirigencia si eran tres meses antes del inicio del proceso electoral, el cual inicia, a más tardar, el 17 de noviembre de 2023. No obstante, el cambio en los estatutos le da el camino libre para que, en agosto, pueda ser ratificado como dirigente. 

Priistas como las exdirigentes Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri; el coordinador de los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, los exgobernadores Héctor Astudillo y Roberto Madrazo, criticaron el “albazo” de Alejandro Moreno, pues aseguran que “busca adueñarse” del PRI. 

Incluso acudirán al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral (TEPJF) para impugnar el proceso de reforma estatutaria, pues él había garantizado a los exdirigentes que no buscaría quedarse más allá del 19 de agosto de 2023. 

Tunden a Marko

Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, también fue criticado por sus correligionarios debido al proceso interno con el que consiguió la reelección. 

En septiembre de 2021 se dio a conocer que Marko Cortés fue el único de los aspirantes a la dirigencia nacional que había cumplido con las firmas para su proyecto al interior del PAN, es decir con el respaldo de 110 mil panistas.

No obstante, a la dirigencia también aspiraron la exdiputada Adriana Dávila y el economista Gerardo Prieto Tapia, quienes acusaron irregularidades en la obtención de firmas; la exlegisladora solo pudo reunir 19 mil 600 firmas de militantes. 

Ambos acusaron que Marko Cortés habría utilizado su posición en el PAN, los recursos económicos y humanos con los que cuenta el partido, así como el padrón de militantes para apoyar su candidatura por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN). 

Ya el pasado 12 de noviembre de este año el PAN realizó la 19 Asamblea Nacional Extraordinaria en donde se realizaron cambios a los estatutos. Principalmente en lo referente a la afiliación inmediata, afiliación desde el extranjero, paridad en dirigencias, órganos de decisión y comisiones del partido, entre otros temas.

Marko Cortés se ha encontrado en el camino con la oposición de algunos de sus correligionarios, desde el exgobernador de Aguascalientes, Martín Orozco; así como los senadores Gustavo Madero y Damián Zepeda, han pedido su renuncia tras los resultados de Acción Nacional en las elecciones de 2022. Sin embargo, su dirigencia parece firme e intocable. 

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