CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Reconocida no sólo por sus aportaciones al estudio de la Filosofía en los ámbitos de la ética, el humanismo y la bioética, sino por su labor en la enseñanza de esta disciplina del pensamiento, la doctora Juliana González Valenzuela fue galardonada este martes 9 de mayo con la Medalla José Vasconcelos.
Instituida el 17 de octubre de 1997, la medalla en honor del filósofo, escritor y educador de México y América, fundador de la Secretaría de Educación Pública, es la más alta distinción que otorga el Seminario de Cultura Mexicana, creado también por Vasconcelos.
Su propósito es reconocer “la amplia labor que haya realizado alguna persona, en difusión de la cultura mexicana. Juliana González es la tercera mujer en recibir la presea, luego de la historiadora del arte Elisa Vargaslugo (2010) y la historiadora Josefina Zoraida Vázquez (2022), y la recibió en una ceremonia solemne en la sede del Seminario en Polanco, de manos de su director el arquitecto Felipe Leal.
González Valenzuela es egresada de la licenciatura, maestría y doctorado en Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la cual fue directora entre 1990 y 1998, y al dejar el cargo se incorporó enseguida y hasta 2006, como miembro de la Junta de Gobierno de la llamada Máxima Casa de Estudios.
En una breve semblanza elaborada por el investigador Hugo Chávez para la Secretaría de Educación Pública (SEP), con motivo de la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes, en la categoría de Historia, Ciencia Sociales y Filosofía, que recibió en 2004, la profesora emérita del Colegio de Filosofía de la FFyL e investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores, autora de 7 libros, coordinadora y/o coautora de 16 más, relata en entrevista con el autor:
“Nací por azar en la Ciudad de México (19 de septiembre de 1936), porque toda mi familia es de Sonora y mis padres andaban de paso por la capital… Mi padre era delahuertista y vivíamos una temporada en la Casa del Lago, que solía servir de refugio en aquellos años de agitación política. Luego mis padres se fueron exiliados a Estados Unidos. Tuve una hermana que me llevaba dieciséis años y otro hermano que murió al nacer, así que prácticamente fui hija única. Luego mi padre fue muerto cuando yo todavía no nacía y mi madre estaba embarazada. Crecí y me eduqué en la casa paterna, con mi madre y mis abuelos, en la colonia del Valle”.
En este texto, que puede leerse en su página web (https://www.julianagonzalezvalenzuela.com.mx) habla de sus impresiones sobre diversos filósofos, como Heidegger y Sartre, en el segundo –dice– se debe reconocer a “una figura muy importante para la filosofía”, pese a “su oscuridad y desesperanza”; Nietzsche, Marx y Freud (son) “los que derrumbaron el mundo de lo sublime, de los valores de Occidente”. Y habla de su acercamiento a los filósofos “latinoamericanistas” como Leopoldo Zea y Abelardo Villegas.
González fue discípula de los filósofos José Gaos, Luis Villoro y Eduardo Nicol, de éste formó parte de su Seminario de Metafísica y escribió precisamente el volumen “La metafísica dialéctica de Eduardo Nicol” en 1981. De Luis Villoro fue su ayudante en el curso de filosofía griega.
En el año 2009, la UNAM organizó los “Diálogos filosóficos. Homenaje a Juliana González”, con la participación de Luz María Álvarez Argüelles, Carlos Pereda, Guillermo Hurtado, Olbeth Hansberg, Mercedes de la Garza Camino, Jorge Linares, María Teresa Padilla, Arturo Aguirre Moreno, Nicole Oooms, María Teresa de la Garza, Josu Landa, Paulina Rivero Weber y Luis Villoro, entre otros.
En su participación dijo de ella Villoro, su exprofesor:
“La filosofía de Juliana González podría verse a partir de la distinción entre dos niveles reflexivos, el primero versaría sobre las condiciones de la ética en general, el segundo sería sobre la superación posible de esta ética en general mediante el eros. Las relaciones y tensiones entre ambos niveles dan lugar a lo que Juliana misma llamaría una ética erótica. ‘El nombre es perfecto, una ética erótica es plenamente ética, pero es una ética erótica que toma en consideración fundamentalmente el eros’”.
La autora de “El malestar en la moral”, “Freud y la crisis de la ética”, “Ética y libertad”, “El ethos”, “Destino del hombre”, “El poder de Eros” y su obra más reciente “Genoma humano y Dignidad humana”. Su investigación filosófica es totalmente actual pues aborda los grandes retos de la evolución genética, la neurociencia, las biotecnologías y su impacto en la sociedad, así como el desarrollo científico y tecnológico.
Al final de la ceremonia la filósofa expresó a los medios su beneplácito por recibir la medalla que lleva el nombre del escritor y político mexicano José Vasconcelos, en quien reconoció su capacidad para comprender la cultura y política de nuestro tiempo.