El exgobernador chihuahuense criticó que existe un gran interés político en su caso, e insistió en que no pide que se le exonere los cargos sino que se lleve a cabo un juicio justo.
César Duarte, exgobernador de Chihuahua, criticó el proceso judicial que está enfrentando por los delitos de asociación delictuosa y peculado por 96.6 millones de pesos. En una carta que envió desde una prisión en Estados Unidos, aseguró que dejó de ser un perseguido político para pasar a ser un “botín político” derivado de los intereses políticos que generan su situación jurídica y política en México.
“A casi tres años de estar privado de mi libertad y de mi patrimonio, dejé de ser un perseguido político y sólo soy un botín político para un muy cuestionable interés político”, comentó Duarte Jáquez en la misiva dirigirda a César Gustavo Jáuregui y a Myriam Hernández, fiscal general de Chihuahua y magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Chihuahua, respectivamente.
#ÚLTIMAHORA | César Duarte seguirá en la cárcel luego de que un juez negó la petición de tener su proceso en prisión domiciliaria. pic.twitter.com/Woa9X9ax4u
— Político MX (@politicomx) February 2, 2023
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En este sentido, el exgobernador de Chihuahua cuestionó abiertamente la situación jurídica por la que está pasando al reiterar que lleva casi tres años en prisión sin recibir algún tipo de sentencia condenatoria.
“¿En qué momento el Poder Judicial del Estado olvidó que en ningún caso una persona puede estar privada de su libertad sin una sentencia condenatoria por más de dos años?”, cuestiona en la carta que hizo pública su abogado Juan Carlos Mendoza Luján.
Por último, insistió en que su intención no es lograr que le otorguen un indulto o que lo exoneren de los cargos que se le acusan haber cometido, sino, más bien, enfatizó que lo único que está pidiendo es un juicio justo y apegado a la ley.
“De la manera más respetuosa les digo a quienes hayan tenido interés en leer estas líneas que no busco indulto alguno; toda vez que un juicio justo y apegado a la ley les dará la seguridad de que lo que de mí se dijo sólo fue un gran teatro para una persecución política, que en principio sólo benefició a un ser inhumano y enfermo de sí mismo”, señala César Duarte.
