MADRID, (EUROPA PRESS) – Un equipo de astrónomos japoneses utilizó observaciones simultáneas en tierra y en el espacio para capturar una imagen más completa de una superllamarada en una estrella.
La llamarada observada comenzó con una erupción de prominencia muy masiva y de alta velocidad. Estos resultados nos dan una mejor idea de cómo ocurren las superllamaradas y las erupciones de prominencia estelar.
Se han visto algunas estrellas liberando superllamaradas más de 10 veces más grandes que la llamarada solar más grande jamás vista en el Sol. El gas ionizado caliente liberado por las erupciones solares puede influir en el medio ambiente alrededor de la Tierra, lo que se conoce como clima espacial. Las superllamaradas más poderosas deben tener un impacto aún mayor en la evolución de cualquier planeta que se forme alrededor de la estrella, o en la evolución de cualquier vida que se forme en esos planetas. Pero los detalles de cómo ocurren las superllamaradas y las erupciones de prominencia en las estrellas no están claros.
Un equipo dirigido por Shun Inoue en la Universidad de Kyoto utilizó el Telescopio Seimei de 3,8 m en Japón y el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) para monitorear el sistema estelar binario V1355 Orionis, que se sabe que libera con frecuencia superllamaradas a gran escala. V1355 Orionis se encuentra a 400 años luz de distancia en la constelación de Orión.
El equipo logró capturar una superllamarada con observaciones continuas de alta resolución temporal. El análisis de datos muestra que la superllamarada se originó con un fenómeno conocido como erupción de prominencia.
Calcular la velocidad de la erupción requiere hacer algunas suposiciones sobre aspectos que no son directamente observables, pero incluso las estimaciones más conservadoras superan con creces la velocidad de escape de la estrella (347 km/s), lo que indica que la erupción prominente fue capaz de liberarse. de la gravedad de la estrella y convirtiéndose en eyecciones de masa coronal (CME). La erupción de la prominencia también fue una de las más masivas jamás observadas, transportando billones de toneladas de material.