Genaro García Luna fue declarado culpable de cinco cargos en un tribunal de Estados Unidos. Su gesto se transformó y se mordió los labios al escuchar cada ‘culpable’, pero al final de la sesión dedicó un gestó a su esposa e hijos, que estaban presentes en la sala.
Así lo contó la periodista Anabel Hernández en una transmisión especial de Aristegui Noticias.
Estaba en la sala 8D, el jurado entró a la sala para dar su veredicto
El jurado fue leyendo cargo y culpable tras culpable. La cara de García Luna, realmente, enrojecida, descompuesta, era un hombre que se mordía los labios.
En cada palabra ‘culpable’ era como un martillo que está metiendo un clavo.
Su hija e hijo un poco consternados. Su esposa inmutable. Tan inmutable como cuando testificó en el juicio.
Como una de especie de Emma Coronel, que declaró que ‘aquí no se había muerto nadie’ cuando se leyó la sentencia de Joaquín Guzmán Loera.
Jesús Esquivel, corresponsal el Estados Unidos, dijo que García Luna escuchó el momento de manera muy seria.
Esquivel estuvo sentado junto a la familia, a unos 10 centímetros. La esposa y su hija Luna se tomaron de la mano durante la lectura del fallo.
Una vez que terminó la lectura del fallo el juez agradeció al jurado y lo retiró de la sala. En ese momento, Genaro García Luna se volteó a mirar a su familia.
Se puso la mano derecha en el corazón e hizo la seña del abrazo. Su hija Luna le respondió tocándose el pecho, del lado del corazón.
Inmediatamente después los oficiales lo retiraron de la sala.
A la sala pudieron entrar reporteros, pero no cámaras. El único testigo visual lo tenemos de artistas que tienen permiso del juez para captar las principales escenas del proceso.
En este caso, Jane Rosenberg dibujó para la agencia Reuters el gesto que dedicó García Luna a su familia.
Según el reporte, Genaro García Luna se llevó la mano al corazón como un gesto a su esposa y sus dos hijos sentados en la audiencia.
Posteriormente fue escoltado fuera de la sala del tribunal Marshalls, para ser llevado de vuelta a un penal.