Por Fernanda Pérez Rivera y Samantta Hernández Escobar
La historia se repite, un jueves negro más azota a Culiacán tras la captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
La capital de Sinaloa amaneció, este 5 de enero con enfrentamientos armados y ‘narcobloqueos’ que obligaron a las autoridades estatales a solicitar a la población no salir de sus casas. Con la confrontación en curso, el gobernador Rubén Rocha Moya señaló que las autoridades de seguridad civiles y militares estarían trabajando para atender todos los reportes de la ciudadanía relacionados con la reacción criminal a la captura de uno de sus mandos, Ovidio Guzmán, “El Ratón”.
En este contexto, el Gobierno de Sinaloa anunció la suspensión de labores educativas y administrativas a nivel estatal y municipal.
En tanto, los tres aeropuertos principales en Sinaloa fueron cerrados y puestos bajo resguardo de las autoridades militares: Culiacán, Mazatlán y Los Mochis.
Aerolíneas como Aeroméxico y VivaAerobus comunicaron a través de redes sociales, la situación a sus pasajeros.
Las imágenes fueron muy similares a las del 17 de octubre de 2019. Aquel día en que el gobierno federal realizó su primer intento por capturar a Ovidio. Aunque en un primer momento lograron el arresto, las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por la capacidad operativa del crimen organizado y se vieron obligadas a liberar al narcotraficante.
La jornada de violencia quedó plasmada en una línea del tiempo de la carpeta de investigación CI: FED/SEIDO/UEITA-SIN/0000822/2020, uno de los miles de documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el colectivo Guacamaya.
Este documento, al que tuvo acceso Aristegui Noticias, contiene algunos detalles inéditos sobre el llamado “Culiacanazo” y la forma en que el Cártel de Sinaloa o del Pacífico logró doblegar al gobierno federal en 2019. En 2022, la estrategia criminal intentó replicar el escenario, pero los resultados hasta el momento han sido distintos.
Aquí los detalles del intento fallido para detener a Ovidio Guzmán:
De acuerdo con el documento, a las 13:30 horas del 17 de octubre de 2019 se realizó una reunión en la Novena Zona Militar, donde un general brigadier indica que sus elementos participarían en un operativo en la ciudad de Culiacán.
A esto se suma un coronel vinculado a la Guardia Nacional (GN) como comandante del 39 batallón de la GN, que participaría dando seguridad periférica. Asimismo, se unen un comandante del 94 Batallón de Infantería y dos oficiales desconocidos.
A las 13:40 horas, se ordena a un coronel de infantería “prepararse para una posible salida”. Asimismo, se establecen las 14:40 como horario de partida para todo el conjunto mencionado.
A las 14:25, comienzan los sucesos en el domicilio de Ovidio Guzmán. En dicho horario, personas armadas llegaron al inmueble ubicado en el Desarrollo Urbano Tres Ríos. De acuerdo con el documento, se cuentan con grabaciones de dicho día capturadas por tres videocámaras distintas.
El oficio no indica en qué momento llegan los uniformados al sitio. Sin embargo, detalla que a las 15:03, un convoy militar sufre una agresión en el Boulevard Enrique Sánchez Alonso, aledaño a donde se encuentra el domicilio.
Minutos después, otro convoy de la Guardia Nacional es agredido en la Avenida Universitarios en el cruce con Av. Enrique Sánchez Alonso.
A las 15:08, arriban personas armadas a la “Caseta de Costa Rica” abordó de tres vehículos distintos: un Jeep Sahara rojo, un Suburban blanco y uno negro. Asimismo, tres tráilers llegan al sitio: dos obstaculizan los carriles de circulación, mientras que el tercero se coloca en el área de estacionamiento.
A las 15:17, Ovidio Guzmán se entrega a las autoridades.
En una conferencia de prensa emitida esa misma noche, el entonces secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, sostuvo que el hijo de “El Chapo” Guzmán fue encontrado en una vivienda, cuando elementos de la Guardia Nacional y del Ejército fueron agredidos mientras realizaban un patrullaje “de rutina”.
“Una patrulla integrada por 30 elementos de la Guardia Nacional y Sedena se encontraba realizando un patrullaje de rutina en el fraccionamiento Tres Ríos de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, cuando fueron agredidos desde una vivienda”, reportó el secretario.
“El personal de la patrulla repelió la agresión y tomó control de la vivienda, localizando en su interior a 4 ocupantes. Durante dicha acción se identificó a uno de ellos como Ovidio Guzmán López”, añadió.
Durazo también declaró que lo anterior provocó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la casa con una “fuerza mayor a la de la patrulla”.
De acuerdo con la información obtenida por Guacamaya, minutos más tarde de que se entregó Ovidio Guzmán; a las 15:38, se reportó al número de emergencia que cuatro camionetas con gente armada llegaron a la Caseta Costa Rica. Ante esto, dos vehículos del Ejército se trasladaron al sitio, a donde arribaron 6 minutos después.
Al llegar, el grupo desarmó al personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y se robaron los dos transportes militares, al tiempo que tomaron como rehenes a 6 uniformados.
Ola de violencia se apodera de Culiacán
Tras la detención de Ovidio, se registraron detonaciones de arma de fuego en la entrada e interior de la ‘Unidad Habitacional 21 de Marzo’ a las 16:00 horas.
Se trata de uno de los tres complejos de departamentos para familias de militares que hay en Culiacán. Al momento del ataque había mujeres y niños en el lugar.
De acuerdo con la línea del tiempo obtenida por Guacamaya, fue ahí donde presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa secuestraron a un sargento identificado con las iniciales J.S.M. El elemento de seguridad fue llevado a bordo de una Jeep color gris.
Elementos de la Policía Federal llegaron al lugar hasta las 16:56 horas.
El Secretario de la Defensa, General Luis Sandoval, reconoció un día después el ataque en la Colonia 21 de Marzo como un acto de presión para soltar a Ovidio.
Tras el ataque, las familias de militares abandonaron sus viviendas en el complejo habitacional, ubicado por la carretera a Mazatlán.
A las 16:38 horas se emitió una Alerta de Código Rojo en el Centro Penitenciario de Aguaruto por fuga de reos.
Minutos después, Eduardo Arturo Bailleres Mendoza, entonces director del Centro Penitenciario , arribó al lugar. Al realizar el pase de lista, se identificó que 51 reos estaban desaparecidos. Las ausencias se confirmaron hasta las 17:20 horas.
De acuerdo con una tarjeta informativa emitida ese mismo día, durante los eventos de violencia registrados en diferentes puntos rumbo a la puerta principal, al menos seis custodios fueron tomados como rehenes. Los reportes indican que el Jefe de Seguridad fue desarmado y sometido.
“Al Jefe de Seguridad lo encañonaron con un arma corta y le dijeron que se lo llevarían como canje para que soltaran al señor (Ovidio Guzmán)”, señala un testimonio citado en los reportes.
Una vez que los reos lograron salir del penal, el Jefe de Seguridad logró escapar, reorganizó a su equipo, colocó a elementos en las azoteas y solicitó apoyo a la Policía Estatal.
A las 22:20 horas, dos de los reos identificados en la lista de desaparecidos, regresaron al penal. Minutos después, dos reos más fueron localizados al interior de las instalaciones, quedando un total de 47 fugados.
Tras la fuga, Bailleres Mendoza, fue destituido.
Colectivo Guacamaya
A las 17:49 horas se registró otro ataque. En la línea del tiempo aparece como ‘Incidente 2’ y se refiere a un enfrentamiento entre narcos y militares en vía pública, del cual resultaron dos civiles muertos.
“Un sujeto que viste con ropa militar y arma de fuego se coloca a un costado de un vehículo color blanco apuntando y accionando su arma hacia el suelo a un costado del vehículo de redilas donde previamente los sujetos de playera azul y roja descendieron”, señala un texto del diagrama ilustrado con imágenes obtenidas por una cámara de seguridad ubicada en el interior del autolavado River Cars Wash.
Otra fotografía de ese momento muestra a los dos civiles, uno de playera roja y otro de playera azul, recostados en el piso, y al mismo hombre vestido de militar apuntándoles. De acuerdo a las grabaciones, el uniformado les habría disparado a las 17:54 horas.
Colectivo Guacamaya
Esa es la línea del tiempo elaborada por la Sedena y la Fiscalía General del Estado de Sinaloa para evaluar las acciones y omisiones que cometieron en el fallido operativo para detener al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Cuatro años después, “Los Chapitos” quisieron replicar la misma estrategia, pero ya no jugó a su favor el elemento sorpresa.
