Ciudad de México, (apro).— La economía mexicana creció 1% en agosto pasado, el segundo mayor registro de los últimos 17 meses, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La cifra del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) fue tomada por los analistas como una “sorpresa mayúscula”, en un contexto de desaceleración de la economía mundial “con ello, nuestro país sigue desafiando la lógica de desaceleración, incluso cuando las cifras globales muestran un inminente cambio de tendencia”, señaló el análisis del Grupo Financiero Monex.
Al interior del IGAE, el sector agropecuario se elevó 3.6% en el octavo mes del año, lo que significa la segunda alza mes a mes, “posiblemente gracias al desvanecimiento de las sequías extremas de mediados de año; no obstante, sigue sin recuperarse de la contracción de junio, cuando se desplomó 5.9%”, explicó el análisis del Grupo Financiero Ve por Más.
Por su parte, la actividad industrial no creció en agosto. Sólo la minería subió, la construcción volvió a debilitarse y la manufactura devolvió parte del fuerte avance mensual de julio.
Mientras que el sector terciario se expandió 1.2% en agosto, destacando el crecimiento en rubros asociados a la reapertura económica (hospedaje y restaurantes, esparcimiento, transporte).
“Destacaron los avances de los servicios de alojamiento, lo que probablemente estuvo relacionado con el ímpetu que se vivió en la temporada vacacional tras dos años de restricciones por el covid-19, pero también fue importante el aumento de 1.25% del comercio al por mayor. Lo anterior probablemente esté relacionado con la reposición de inventarios que las empresas están llevando a cabo tras varios meses de problemáticas con las cadenas globales de valor”, explicó el análisis de Monex.
Pese al resultado positivo, los analistas prevén riesgos para la economía mexicana en los siguientes meses.
“A nivel local y mundial, prevemos que la desaceleración en la inflación sea lenta y que, por ello, los bancos centrales mantengan una postura monetaria restrictiva por un largo periodo. Entonces, con la erosión del poder adquisitivo, altos costos financieros y creciente incertidumbre económica, el consumo privado, la inversión fija y las exportaciones exhibirán menor dinamismo a partir del cuarto trimestre y durante buena parte de 2023”, advirtió el análisis de Ve por Más.