35 años han pasado del accidente radioactivo más devastador en Brasil, y a la fecha, genera curiosidad, así es para la escritora y editora, Liliana Colanzi (Santa Cruz, Bolivia 1981), quien, tocada por este acontecimiento escribió el cuento “Ustedes brillan en lo oscuro”.
El texto pertenece al ejemplar que lleva el mismo nombre y con el que ganó la edición más reciente del Premio Ribera del Duero.
El libro publicado por Páginas de Espuma contiene seis cuentos breves, el más cercano a un hecho histórico es el inspirado en el suceso de Goiânia, Brasil (1987), donde dos recolectores de basura tomaron de un hospital abandonado una máquina de unidad de radioterapia empleada para tratamientos de cáncer, misma que contenía un cilindro con gramos de cesio-137 (sustancia radioactiva). Los trabajadores compartieron su componente con familia y vecinos y el resultado fue 249 personas con contaminación radiactiva y cinco muertes.
Colanzi de 41 años, considera este cuento como de horror realista. Impresionada por la naturaleza del evento, limpió en diversas ocasiones el texto, puesto que tenía aspectos que no encajaban con lo que deseaba transmitir.
“Tenía más visos de ciencia ficción al principio, pero a medida que editaba lo fui depurando de esos elementos porque de por sí los hechos eran tan extraños que no necesitaban el añadido de lo especulativo, lo fantástico y la ciencia ficción, como sucede en los otros relatos de este libro.
“No es crónica ni es un recuento periodístico de los eventos, si bien sigo cierta cronología de los hechos, hay en el cuento un trabajo de imaginación para tratar de pensar cómo habrá sido estar en una circunstancia tan terrible y tan insólita”, comenta la autora.
Otro cuento destacado del libro y que contiene escenas de horror y ficción es “La cueva”, texto en el que el “personaje” principal es una caverna. Lo relevante de esta pieza son las historias que se entrelazan y cómo los personajes utilizan de diferentes formas la cavidad, revelando el breve tiempo que pasa la humanidad en la Tierra.
Sin fórmulas para escribir
La también docente de Literatura Latinoamericana, no tiene una fórmula para escribir cuentos, ella siente “que el cuento se le escapa”. Al no seguir un método estricto, navega por la libertad literaria, se arriesga y plantea escenarios raros y en algunos casos, inquietantes.
“Para mí acercarme a un texto nuevo es siempre comenzar de cero, tratar de descubrir el corazón de ese relato, que nunca es el mismo que el anterior. Es increíblemente difícil, pero también lo increíblemente fascinante de la escritura es que ningún camino se repite, el camino está lleno de peligro, la posibilidad de caer en lugares comunes, de llegar a callejones sin salida siempre está allí, pero esa es la aventura de la escritura”, explica Liliana.
Liliana, quien también se ha dedicado al periodismo, goza de tener exposición mundial y es consciente que el recorrido literario en décadas pasadas no era halagüeño para mujeres: las visiones femeninas no eran tomadas en cuenta.
“Es un cambio radical en la sensibilidad, ellas están trayendo nuevas estéticas, están cambiando aquello que se puede decir y denunciar en público, sin duda, esto es revolucionario, lo cual no significa que no haya existido, las escritoras de antes allanaron el camino para las que llegaron después y se enfrentaron con una serie de dificultades terribles”, afirma.
En tiempos donde las mujeres ya no deben firmar como anónimo o utilizar nombres de varones para poder ser publicadas, Colanzi reconoce que hay más espacio para nuevas autoras originales, antecedidas por mujeres valientes.
“Me alegra muchísimo ver en esta época la presencia tan fuerte de escritoras latinoamericanas trabajando en diferentes géneros, estilos, con distintas sensibilidades, ocupando espacios que hace algunas décadas estaban vedados a las mujeres”, comenta.
En el quehacer editorial Liliana está comprometida principalmente con autores que se atreven a salirse de lo convencional. Coordina su propia editorial (Dum Dum Editora) y publica máximo tres libros al año, ya que es meticulosa con las ediciones y rigurosa con su tiempo.
“Me gustan las propuestas raras, que no le temen a cruzar esas fronteras, a experimentar con los géneros, las que no tienen miedo a revisitar lugares y estéticas que se consideran superadas.
“La capacidad de pensar en el futuro o mirar al pasado, la capacidad de jugar con géneros literarios, como mi editorial que publica ciencia ficción y horror, es lo que busco, una mirada que no tenga miedo de experimentar y de volver a mirar atrás, jugar con elementos que han estado en el pasado, para poder mirar al futuro”, explica.
Audiolibros y el uso de redes para promover literatura
Si bien la opción de los audiolibros es interesante y tiene beneficios, Liliana dice que prefiere el formato físico. “La apoyo para aquellos que les funciona, tengo amigos que me cuentan sus experiencias con los audiolibros mientras están caminando, conduciendo o lavan platos. Envidio la capacidad que tienen de hacer dos cosas a la vez, yo no puedo poner atención a un libro y al mismo tiempo estar lavando platos, carezco de la facultad del multitasking”, menciona Colanzi.
A la autora de Nuestro mundo muerto (2016) le parece un gran recurso el uso de las redes sociales para promover libros. La tendencia en lo digital es BookTok, comunidad de TikTok liderada por influencers que hacen videos de menos de un minuto para sintetizar un ejemplar; comparten las frases que más los emocionaron y algunos utilizan canciones de fondo para exhibir sus portadas favoritas.
“Me parece maravilloso. He leído muchos libros a partir de recomendaciones en redes sociales, Facebook, Twitter y ahora más recientemente en TikTok.
“Hay espacios que se abren a medida que se precarizan los tradicionales, se abren espacios importantes, espacios culturales a partir del cierre de revistas y otras publicaciones culturales y literarias. Han respondiendo a estas ausencias, aparecen este otro tipo de espacios que cumplen esa función importantísima de hacer conocer a obras y autores”, finaliza.
Colanzi es ambiciosa en la creación de obras literarias, no escatima en extravagancia, mientras más raros son sus textos, más aspectos terrenales deja en ellos. Le gusta jugar con el paso del tiempo y explorar escenarios extremos que involucran la fragilidad y fortaleza humana.
Con su particular estilo busca mover las emociones de sus lectores, y a través de determinadas piezas lo logra, provoca sensaciones poco frecuentes que concluyen en una avalancha de reflexión.