CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su primera salida internacional, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, recibió el apoyo directo de algunos migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos para ser presidenta de México, pero también hubo quien le reclamó por la inseguridad en el país y hasta acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de “dictador”.
El encuentro ocurrió la tarde de este jueves en un pequeño salón de eventos sociales de Denver, Colorado, donde previamente participó como invitada en la Cumbre de Ciudades de América.
La aspirante presidencial comenzó al destacar el momento “excepcional” que vive México: “Tenemos un gran presidente que mira por los mexicanos que viven en México y fuera del país” y aseguró que es la primera vez que un mandatario se refiere a los migrantes como “héroes y heroínas”.
Durante varios minutos enumeró políticas públicas y programas impulsados por el gobierno federal: la pensión de adultos mayores, el Banco del Bienestar, las becas a los estudiantes, “Sembrando Vida”, la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el Tren Maya, el Tren Transísmico, los parque industriales, inversiones en caminos y carreteras, apoyo a municipios, “nacionalización” del litio, las refinerías y las plantas fotovoltaicas.
“México está cambiando”, decía, cuando un hombre comenzó los reclamos:
-¿Por qué no habla de inseguridad? ¡Estamos secuestrados por el crimen! ¿Por qué no dice eso?, le gritó.
Sorprendida, aunque guardando la calma, Sheinbaum le contestó de inmediato: “¡Eso es falso!”. Con voz firme, recurrió al conocido discurso de la guerra contra el narco en época del presidente Felipe Calderón, el uso ilegal del ejército para combatirlo, la corrupción del entonces secretario de Seguridad, Genaro García Luna y la herencia de un país con altos índices de homicidio.
El hombre reclamó la falta de políticas de seguridad para combatir al crimen organizado. Y la morenista le volvió a decir “¡Eso es falso!”.
Y acusó “hay muchos medios que dicen lo que tú dices, pero es importante conocer los datos”. Entonces, defendió la política de “Abrazos no balazos” y la de “Cero impunidad”; aseguró que los jóvenes ya no se acercan a la delincuencia porque hay programas sociales para atenderlos. De paso, puso como ejemplo a la Ciudad de México, donde los homicidios han bajado 50%.
Sheinbaum Pardo reconoció: “Sí se tiene que hacer más, pero lo que no queremos es que regresen los corruptos, los García Luna”.
No obstante, su justificación no fue suficiente para el migrante inconforme que desde el fondo del salón acusaba a López Obrador “¡Es un dictador!”. De entre los asistentes, alguien le gritó: “¡Cállese!”.
Y la morenista le reviró: “Si no está de acuerdo conmigo tiene derecho a disentir”.
Varias personas lanzaron “¡Queremos escucharte Claudia!”, mientras la moderadora pedía tranqulizarse. Ante la insistencia del inconforme, los pocos asistentes le gritaron en coro “¡Fuera, fuera!”.
Claudia Sheinbaum siguió su defensa a López Obrador: “Yo no conozco un presidente de la República que ponga su puesto a revocación. Si eso no es democracia, no sé que es”. Entonces, vencieron los aplausos de los pocos asistentes al evento que, por lo visto en las tomas de la transmisión, no pasaban de 100.
Proceso solicitó al área de Comunicación Ciudadana del gobierno local el número de personas que acudieron al acto, pero solo recibió silencio.
“México, preparado para una mujer presidenta”.
Pasado el trago amargo de un diálogo que presumía ser todo de apoyo a la aspirante presidencial en su primera salida internacional y su primera reunión con migrantes mexicanos, Sheinbaum habló de lo que su administración ha hecho en la CDMX: dos universidades, inversión en transporte público, recuperación de parque, combate a la delincuencia, las becas a estudiantes de escuelas públicas, entre otros.
Luego, habló de sí misma: que no usa gran aparato de seguridad, camina sin problemas por la calle, vive en el mismo departamento de siempre. “No hay privilegios, el salario de la jefa de gobierno es el más bajo del de todos los gobernadores”, dijo y arrancó aplausos.
Uno de los asistentes le hizo la misma pregunta que la mandataria local ha escuchado en repetidas ocasiones en sus giras de fin de semana en otras entidades: “¿México está preparado para tener una mujer presidenta?”.
Sonriente, respondió: “¡Imagínense que contestáramos que no! ¿qué pasaría con las mujeres?”. Destacó los espacios de los distintos niveles de gobierno que ya ocupan funcionarias mujeres y reiteró: “Y sí, México está preparado para una mujer presidenta”.
“Claudia, primera presidenta”
Tras su discurso de unos 25 minutos, con constantes fallas en el micrófono, Flor Aguirre y Gerardo Torre, migrantes jóvenes tomaron el micrófono para recordarle que mientras ellos ayudan al México con el envío de sus remesas, las autoridades electorales “hacen muy complicado que participemos con nuestro voto. Necesitamos que sea más fácil participar en la vida política de México para que nuestra voz sea más fuerte cada día”.
Luego, vino el apoyo: “Desde Denver, queremos decir que si se trata de seguir transformando a México, creemos que el siguiente paso a dar es que una mujer lo pueda gobernar y esa mujer hoy se presenta. Por eso con orgullo decimos ¡Claudia presidenta”.
Contrario a lo espontáneo, la moderadora del diálogo leyó al micrófono: “No solo por ser mujer, sino por luchadora social, como científica preparada que ha dado excelentes resultados en la Ciudad de México”.
Subrayó que la aspirante presidencial “También es alguien que vivió cuatro años en California, cuando estudiaba su doctorado en Berkeley, luchó por nuestros derechos para votar en México desde aquí. Claudia también tiene familia en Estados Unidos y siempre está pendiente de nosotros”.
Por último, con voz entusiasta, agregó: “Son muchas las razones que nos hacen pensar que ella puede ser la mejor que nos pueda representar. Hoy las y los mexicanos que vivimos en Estados Unidos queremos dar nuestro apoyo a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo como candidata a la Presidencia por Morena y que cuente con todo nuestro apoyo para que México de el siguiente paso de la transformación, ¡eligiendo a la primer presidenta de la nación!”.
Luego del apoyo explícito, Sheinbaum Pardo agradeció, pero aclaró: “todavía no se puede hablar de candidaturas porque no estamos en tiempos electorales”. Y aprovechó para recordar que cuando vivió en California se juntaba con migrantes campesinos y estudiantes e “íbamos a protestar a los consulados” para tener derecho a votar en las elecciones de México y deslizó la propuesta de facilitar su voto en el futuro.
La transmisión del acto acabó con un desangelado “¡que vivan los mexicanos!”, “¡que vivan nuestros paisanos en Estados Unidos!”, “¡que viva siempre nuestro país!”, “¡que viva México!”.