El ministro de Justicia de Colombia, Néstor Iván Osuna, participó este miércoles en la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para presentar el proyecto de ley de reforma de la política criminal y aseguró que “la consecución de la paz es la justificación misma” del Gobierno del presidente, Gustavo Petro.
Osuna explicó en su intervención en la Mesa de Diálogos de Paz que el Gobierno colombiano apuesta por pasar “de un modelo puramente encarcelador a uno resocializador y restaurativo”, según un comunicado divulgado de manera conjunta en el marco de las reuniones que tienen lugar en la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, ubicada en el sur de la Ciudad de México.
“Para el Gobierno es absolutamente prioritario lo que está ocurriendo y lo que vaya ocurrir en esta Mesa porque la búsqueda y la consecución de la paz es la justificación misma de este Gobierno”, subrayó.
El ministro de Justicia es el primer alto cargo del Gobierno que visita la Mesa, pero no “será la última”, apuntó Otty Patiño, jefe de la delegación del Gobierno.
Por su parte, Pablo Beltrán, jefe de la Delegación de Diálogos del ELN, afirmó que la asistencia del ministro Osuna puede ayudar a “buscar sinergias entre los planes de cambio que plantea este Gobierno y los trabajos de la Mesa”.
Beltrán recalcó, no obstante, que el actual Gobierno hereda una “dramática situación de inconstitucionalidad y violación de derechos acumulados” en las cárceles colombianas.
La Mesa de Diálogos de Paz de Ciudad de México, que comenzó el pasado 13 de febrero, se prevé que se prolongue durante cuatro semanas, una más de las consideradas inicialmente.
El punto clave de las conversaciones será alcanzar un acuerdo para el alto al fuego por ambas partes, pero también discutirán la participación de la sociedad en la construcción de la paz, algo que por el momento no se ha explorado.
Las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el ELN, que estuvieron interrumpidas durante cuatro años tras iniciar en 2017, se reanudaron en noviembre de 2022 en Caracas con el auspicio de Cuba, Noruega y Venezuela como países garantes.
Aunque el presidente Petro anunció el 31 de diciembre la entrada en vigor del alto al fuego bilateral, la guerrilla lo desmintió días después con el argumento de que no se había acordado en los diálogos, lo que provocó la convocatoria de una reunión extraordinaria en Caracas en enero para aliviar tensiones.
México, junto con Venezuela, Chile, Noruega y Brasil, son garantes de los diálogos de paz, mientras que Suecia, Alemania, Suiza y España actúan como países acompañantes.