Cada nuevo libro de Héctor Manjarrez es una lección, no solamente de escritura, sino de exploración de la condición humana, por supuesto La prisión en invierno no es la excepción. ¿Cómo una vida cómoda se transforma en un thriller? La escritora francesa Delphine De Vigan, cuenta algo de eso en Los reyes de la casa. Vamos ahora con una novela de Juan Mendoza, quien publica Fábrica de chocolate, una corrosiva historia sobre la resistencia de un individuo que busca forjar su camino a base de acumular derrotas. Cerramos nuestras recomendaciones semanas con Olimpia, de Laura Mas, una notable aproximación a quien fuera la madre de Alejandro Magno.
Héctor Manjarrez. La prisión en invierno. Era. 181 pp.
Terminan los años sesenta. Un mexicano de cabellera muy larga llega de Londres a Barcelona. Ahí conoce a personajes de la fauna local, pero ante todo regresa a su idioma y descubre a María. Él tiene un itinerario en mente: visitar lugares de la poesía de Antonio Machado, para desembocar en Marruecos como cordial saludo a Valle-Inclán y su pipa de kif, pero por azares de la vida termina preso. Tras las rejas aprenderá, sin embargo, a apreciar los dones más modestos del día a día. Manjarrez desarrolla una novela de crecimiento y con desbordantes aventuras.
Delphine De Vigan. Los reyes de la casa. Anagrama. Trad. Pablo Martín Sánchez. 344 pp.
Mélanie Claux y Clara Roussel. Dos mujeres conectadas a través de una niña. Mélanie ha participado en un reality show televisivo y es seguidora de sus sucesivas ediciones. Cuando se convierte en madre empieza a grabar su día a día y cuelga los vídeos en YouTube. Crecen en visitas y seguidores, llegan los patrocinadores, crea su propio canal y el dinero fluye. Hasta que un día Kimmy, la hija de corta edad, desaparece. Alguien la ha secuestrado y empieza a enviar extrañas peticiones. Es entonces cuando el destino de Mélanie se cruza con el de Clara, policía solitaria sin apenas vida personal y que vive por y para el trabajo. Ella se hará cargo del caso.
Juan Mendoza. Fábrica de chocolates. Moho. 157 pp.
“La vida de un aspirante a escritor que anhela publicar su primera novela puede ser, además de un suplicio, una aventura digna de ser vivida a través de la lectura. El personaje central de Fábrica de chocolates se vale de la derrota literaria y social para inventarse una salvación”, escribe Guillermo Fadanelli sobre esta obra de corte urbano y sentido del humor corrosivo.
Laura Mas. Olimpia. Espasa. 336 pp.
Aquí la apasionante historia de Olimpia, la madre de Alejandro Magno. La autora traza el retrato de una mujer que traspasó los roles de género de su época para alzar su dinastía a la gloria. Temida por sus contemporáneos y denostada por la Historia, fue la verdadera responsable de que el guerrero reinase en Macedonia.