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“La verdad es la más peligrosa de las mentiras”: María Negroni

Cuando María Negroni (1951) perdió a su madre nunca se imaginó que el episodio sería el resorte de lo que hoy es El corazón del daño (Literatura Random House), un libro donde caben la ficción, la poesía, el ensayo y el testimonio.

La combinación de diversos géneros literarios, permite a la escritora argenitna echar mano de distintas formas de expresar el lenguaje para reconstruir a un personaje determinante. A ratos entrañable, a ratos confrontativa, Negroni publica uno de sus libros más personales y demoledores.

¿Cómo nace un libro tan personal como El corazón del daño?

El origen de los libros es un misterio. Retroactivamente es cuando uno puede darse cuenta de cómo empezó algo porque al principio no tiene idea. La escritura es una suerte de ceguera productiva, nunca sabemos cuál será el resultado final. Dicho esto, lo que disparó el libro fue la muerte de mi madre. Se empezó a escribir solo y después ya no pude parar. Por otro lado, no tenía idea qué iba a hacer con este libro, porque es una obra muy desnuda. Por momentos pensé guardarlo, pero finalmente cambié de opinión. Uno hace planes y la vida resuelve otras cosas.

¿Por qué decidiste publicarlo?

Conocía a una editora en Random House en Buenos Aires, durante una feria de libro. Me pidió que cuando tuviera una novela no dejara de avisarle. Decidí mandárselo y para mí sorpresa a las pocas horas me llamo y me dijo que lo publicaría.

Pero es más que una novela, hay poesía, testimonio, es algo híbrido. 

Nunca he creído en los géneros literarios. Las etiquetas que uno pone a los libros muchas veces obedecen a una necesidad de las librerías, bibliotecas, editores o el mercado. En realidad, lo único que cuenta en un libro es lo que sucede a nivel de lenguaje, en ese sentido toda buena novela o ensayo está cerca de la poesía. Entre todos los géneros, la poesía es la que tiene más posibilidades de dirigirse hacia aquello que se nos escapa, por eso la buena poesía está cerca del silencio.

Hay pasajes duros, entrañables, pero también confrontación.

Las palabras son criaturas complicadas, pueden ser tramposas, son insuficientes, son mentirosas, peligrosas, dañinas, crueles. En el libro la voz de la narradora se queda puesta a propósito, en el lugar de la hija. En general, los hijos son quienes reclaman, son los rebeldes, los desobedientes, los que se portan mal. Pienso que el arte está muy cerca de la infancia, es una especie de juego donde hay lugar para todo. Los niños pueden ser también crueles, aunque de una manera inocente, no tienen la crueldad de los adultos. El amor contrariamente a lo que se cree, es un sentimiento muy complejo, hecho de muchas cosas. Cuando escribo “Mi madre fue la ocupación ferviente y más dañina de mi vida”, es una mezcla de admiración y amor, pero también es una reflexión sobre cómo repercutió en mí.   El libro es una especie de autobiografía literaria, cómo llegué a ser la escritora que soy desde esa infancia… al final no sé si los recuerdos son reales o me los inventé.

En el libro escribes: “No existe más fidelidad a los hechos que equivocar el rumbo o divagar”. ¿Qué relación tiene con la memoria o conceptos como la verdad?

La verdad es la más peligrosa de las mentiras. Es un concepto que debe ser tomado con pinzas. Pensar que uno tiene la verdad puede conducir a un pensamiento autoritario.  En general a la poesía y la literatura no le interesa la verdad entendida como un concepto incuestionable o fijo. A la literatura le interesa preguntar y cuestionar. Con respecto a la memoria, creo que es una ficción. Uno cree recordar, todos tenemos momentos de nuestra vida que recordar y los vamos repitiendo hasta que empezamos a cambiarlos. La memoria es una construcción, por eso el epígrafe del libro dice “Voy a crear lo que me sucedió”.

El libro estableces un puente entre la maternidad y la lengua. Al final ambas nos entregan identidad.

Por eso se llama la lengua materna, el primer contacto que tenemos es con la lengua que nos enseña la madre, y el lenguaje tiene que ver con el origen, con la separación de la madre. Los seres humanos empiezan a hablar en el momento que comprenden que hay una escisión entre ellos como niños y el mundo del útero materno que han perdido.  Cualquier escritor o escritora se nutre de dos cosas: del lenguaje materno y de los libros que son la continuación de la madre por otros medios.

¿Cómo cambió la figura o los recuerdos de tu madre a partir de la escritura de este libro?

Eso no lo puedo responder porque no lo sé. Es muy difícil leerse a una misma. Supongo que el personaje que el libro construye es a su vez reconstruido por cada lector o lectora. Cuando la gente lee el libro imagina a un personaje que no necesariamente se relaciona con mi madre real. Cada quien aporta su propia experiencia y relación con su madre.

¿Percibes un cambio en la forma en que ahora se escribe sobre la madre o la maternidad?

Sí, percibo que la escritura de las mujeres está más difundida, hay más y tiene más espacio que antes. Las mujeres traemos a la literatura nuestra propia forma mirar y experimentar el mundo. En lo personal, me interesa es la relación que cada escritora establece con su instrumento y ese es el lenguaje, no me interesan los temas. Lo más importante es ver cuántos de esos libros alcanzan un nivel literario interesante.

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