CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Más fácil de lo esperado, Saúl “Canelo” Álvarez superó por decisión unánime a un decepcionante Julio César Chávez junior, quien nunca logró acortar las diferencias con su oponente, en la pelea más mediática protagonizada por pugilistas mexicanos en la última década.
Álvarez sentenció el duelo, que siempre lo tuvo como amplio dominador, con idénticas puntuaciones de los tres jueces: 120-108, en la función estelar de la velada boxística.
El combate, pactado en 164.5 libras (74 kilos 615 gramos), tuvo lugar en el T-Mobile Arena, de Las Vegas, Nevada, ante 20 mil 150 aficionados, nuevo récord de asistencia.
En la víspera, el manejador del junior, Ignacio Beristáin, lo advirtió sin ningún asomo de dudas: “enfrentaremos al mejor peleador que hay en México… no nos vamos a engañar: Saúl es el mejor boxeador mexicano, técnicamente hablando, y aparte de ello es un muchacho muy disciplinado”.
Y no se equivocó: esta noche sólo hubo un oponente. El rostro desencajado del junior fue la imagen clara del fracaso.
“El Canelo” tomó la iniciativa desde el primer episodio con varios ganchos de izquierda ante un cauteloso rival.
Con una rápida combinación de golpes, Álvarez encaminó la contienda. Chávez, en cambio, apenas respondió con tímidos golpes.
Para el tercero, el “Canelo” reventó la boca del junior y con ello la posibilidad de alcanzar una inobjetable victoria.
En adelante, Álvarez sólo le generó problemas a Julio César, constantemente sacudido por los puños del rival, no obstante el mejor alcance del junior, quien sin capacidad de reacción escuchó los abucheos de los espectadores en el asalto número 11.
Saúl Álvarez dejó su marca en 49-1-1, 34 de ellos por nocaut. Para el junior, esta fue su tercera derrota. En este combate no hubo título de por medio.
Tras este sólido triunfo, Saúl Álvarez anunció su siguiente combate, ante el kazajo Gennady Golovkin, en septiembre próximo, en Las Vegas.
Cuando sonó la campanada del último episodio de la dispar pelea, la transmisión del duelo Saúl Álvarez-Julio César Chávez junior ni siquiera había comenzado en Televisa y TV Azteca.
Álvarez sentenció el duelo, que siempre lo tuvo como amplio dominador, con idénticas puntuaciones de los tres jueces: 120-108, en la función estelar de la velada boxística.
El combate, pactado en 164.5 libras (74 kilos 615 gramos), tuvo lugar en el T-Mobile Arena, de Las Vegas, Nevada, ante 20 mil 150 aficionados, nuevo récord de asistencia.
En la víspera, el manejador del junior, Ignacio Beristáin, lo advirtió sin ningún asomo de dudas: “enfrentaremos al mejor peleador que hay en México… no nos vamos a engañar: Saúl es el mejor boxeador mexicano, técnicamente hablando, y aparte de ello es un muchacho muy disciplinado”.
Y no se equivocó: esta noche sólo hubo un oponente. El rostro desencajado del junior fue la imagen clara del fracaso.
“El Canelo” tomó la iniciativa desde el primer episodio con varios ganchos de izquierda ante un cauteloso rival.
Con una rápida combinación de golpes, Álvarez encaminó la contienda. Chávez, en cambio, apenas respondió con tímidos golpes.
Para el tercero, el “Canelo” reventó la boca del junior y con ello la posibilidad de alcanzar una inobjetable victoria.
En adelante, Álvarez sólo le generó problemas a Julio César, constantemente sacudido por los puños del rival, no obstante el mejor alcance del junior, quien sin capacidad de reacción escuchó los abucheos de los espectadores en el asalto número 11.
Saúl Álvarez dejó su marca en 49-1-1, 34 de ellos por nocaut. Para el junior, esta fue su tercera derrota. En este combate no hubo título de por medio.
Tras este sólido triunfo, Saúl Álvarez anunció su siguiente combate, ante el kazajo Gennady Golovkin, en septiembre próximo, en Las Vegas.
Cuando sonó la campanada del último episodio de la dispar pelea, la transmisión del duelo Saúl Álvarez-Julio César Chávez junior ni siquiera había comenzado en Televisa y TV Azteca.